Descripción
The Flute Heaven of the Gods
The Royal Wind Music
Der Goden Fluyt-hemel (‘El paraíso divino de la flauta’) es el título de la primera colección de música instrumental de varios compositores publicada por el editor Paulus Matthysz (1613/4-1684). Matthysz estableció su tienda y taller ‘en el Libro de Música en el Callejón de la Estufa’ (‘in ‘t Muzyk-boeck in de Stoof-steegh’) de Amsterdam en 1640. Sus herederas, Alida y Maria Matthysz, se hicieron cargo del negocio entre 1681 y 1720. Los títulos de las publicaciones de la época mencionaban con frecuencia a divinidades como Apolo y Orfeo, revelando la importancia de la Antigüedad clásica como lingua franca en la cultura del siglo XVII. Matthysz le dedicó su colección a la intérprete de flauta dulce Adriana van den Bergh. En la dedicatoria, fechada el 1 de agosto de 1644, Matthysz alaba el virtuosismo de van der Bergh afirmando que su habilidad como flautista sorprendería gratamente a compositores como Merula, Uccellini y Buonamente.
Todavía más sorprendente era el talento del flautista y tañedor de carrillón ciego Jacob van Eyck para la variación e improvisación. Matthysz publicó sus variaciones en las dos ediciones de Der Fluyten Lust-hof (‘El jardín de las delicias de la flauta’) mientras la pintura de la Ronda de noche de Rembrandt aún estaba fresca. Der Fluyten Lust-hof es la mayor colección instrumental a solo de la historia de la música occidental. Este programa presenta ejemplos de una práctica compositiva muy extendida en el siglo XVII: crear nuevas versiones de melodías ya existentes utilizando diferentes técnicas. Esto podía hacerse, por ejemplo, agregando nuevas voces para crear una composición polifónica, o escribiendo un texto nuevo sobre la melodía original (contrafactura). Entre las piezas basadas en la modificación de melodías más o menos antiguas encontramos salmos, canciones y danzas.
Estas composiciones forman una parte sustancial del inmenso repertorio contenido en las colecciones holandesas de danzas y canciones del siglo XVII. La fuente más antigua del air de cour francés Est ce Mars es una obra vocal con acompañamiento de laúd titulada ‘Bataille’ y fechada en 1613. En ese mismo año Pierre Guédron (c1570-c1620) – a quien también se le atribuye el texto de esta composición – publicó una versión polifónica en colaboración con el impresor parisino Pierre Ballard (c1577-1639) en el Second livre d’airs de cour à quatre & à cinq parties. Esta canción fue interpretada en Fontainebleau el 17 de noviembre de 1613, durante un ballet en honor de una de las tres hermanas de Luis XIII. El joven rey, de doce años de edad, asistió a la representación en compañía de su madre: Ballet de Madame, soeur du roy, devant le Roy et la Royne où sont représentez les Metéores, par quatorze Nymphes de Junon à Fontainebleau.Más tarde, esta melodía pasó a conocerse como ‘English mars’ o ‘Hesse mars’ y alcanzó gran popularidad en los Países Bajos, Alemania e Inglaterra.
Se conservan numerosos arreglos para instrumentos de tecla, entre ellos los de Jan Pieterszoon Sweelinck, Samuel Scheidt y Giles Farnaby (‘The New Sa-Hoo’). Nicolas Vallet (c1583-c1642) publicó una versión para laúd en la primera parte de Le Secret des Muses (Amsterdam 1615). También Adrianus Valerius (c1570-1625) nos dejó un arreglo de esta popular melodía. Valerius fue un próspero mercader, laudista aficionado y autor de la épica Nederlandtsche gedenck-clanck (‘El sonido de la memoria holandesa’, 1626), una publicación póstuma que describe con palabras, canciones e ilustraciones la lucha de los holandeses por independizarse del yugo español. Sweelinck fue un excelente profesor además de un organista sobresaliente.
Entre sus alumnos holandeses se contaban tanto aficionados con talento como jóvenes músicos profesionales. Hacia 1600, su fama atrajo a discípulos alemanes como Andreas Düben, Samuel y Gottfried Scheidt, Jacob y Johannes Praetorius o Heinrich Scheidemann. La melodía de las versiones alemana (‘Herr Gott, dich loben alle wir’) e inglesa (‘Praise God, from whom all blessings flow’) del salmo 134 procede de la colección Pseaulmes octantetrois de David, mis en rime francoise de 1551, atribuida al compositor y cantor Louis Bourgeois (c1510-1560). A su vez, la melodía de Bourgeois probablemente tenga su origen en una canción profana del siglo XV.
Este salmo es muy conocido en la mayoría de las iglesias cristianas de habla inglesa dada su inclusión en la doxología (una fórmula de alabanza a Dios que suele recitarse o cantarse durante la liturgia). En este contexto, la melodía suele denominarse ‘the Old 100th’. En una fecha tan tardía como 1693, el organista de Nuremberg Johann Pachelbel compuso un coral para órgano que presenta disminuciones contrapuntísticas sobre la melodía original en notas largas.
El laudista y compositor flamenco Emanuel Adriaensen publicó dos gruesos volúmenes de música para laúd: Pratum Musicum (1584) y Novum Pratum Musicum (1592). Almande Prince es una de las primeras versiones del himno nacional holandés, uno de los más antiguos aún en uso hoy en día. La melodía, que ya existía antes de 1572 (en una canción de los hugonotes titulada ‘Charles’) alterna constantemente compases binarios y ternarios. Adrianus Valerius la incluyó en su colección de canciones holandesas (Nederlandtsche gedenck-clanck) en 1626. Al igual que otros excelentes músicos ingleses, William Brade dejó Inglaterra alrededor de 1590 y continuó su carrera musical en el extranjero, moviéndose entre varias cortes de Dinamarca y el Norte de Alemania. Publicó la colección Neue lustige Volten, Couranten, Balletten, Padoanen, Galliarden, Masqueraden para cinco instrumentos en Berlín en 1621.
La colección incluye dos courantes francesas cuyo origen no está totalmente claro. La primera, denominada Orainge, probablemente recibe su nombre de l’Orangée, una figura de la corte francesa. L’Avignonne aparece en numerosas fuentes y se han encontrado hasta veinte variantes del título: En 1614, Pierre Ballard incluyó ‘La Vignonne’ en Diverses pièces mises sur le luth par R. Ballard, Deuxiesme Livre, publicado en París. La siguiente versión que ha llegado hasta nosotros es ‘L’avignonne’, incluida en Le secret des muses de Nicolas Vallet (1615), una colección dirigida a los laudistas aficionados de la burguesía, a los que Vallet instruía y recreaba en Amsterdam.Muchos de los temas sobre los que Jacob van Eyck compuso variaciones eran grandes éxitos internacionales.
Uno de ellos es Amarilli mia bella, de Le nuove musiche (1602) de Giulio Caccini (c1550-1618). En el prefacio de Le nuove musiche, Caccini se queja de que sus canciones circulan ‘arruinadas y ajadas’ por las imprecisiones de los múltiples arreglos y copias manuscritas.
Robert Dowland (hijo de John) comenzó su carrera publicando un cancionero que incluía varias obras de su padre y canciones de otros famosos compositores de la época. Dowland tituló la colección A Musicall Banquet (‘Banquete musical’, 1610), eligiendo el contenido para crear un festín variado y suntuoso:
Furnished with a variety of delicious airs, collected out of the best authors in English, French, Spanish and Italian …like a careful confectionery, as near as might be I have fitted my Banquet for all tastes.