Descripción
Sedia la fremosa
Cantigas medievales y tradicionales del noroeste de la Península Ibérica
Manseliña
Manseliña nace con el objetivo de revisar la lírica gallego-portuguesa (Martin Codax y Alfonso X) bajo la óptica de la música tradicional del noroeste de la Península Ibérica, con la intuición de que ambas músicas tienen un origen común.
Entre las conexiones musicales se encuentran la textura monódica, las melodías modales, los ritmos libres y ternarios y la presencia en la iconografía medieval de instrumentos tradicionales prácticamente inalterados, principalmente de viento y percusión. A ellos sumamos la fídula oval y el laúd (Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago), la cítola (Pazo de Xelmírez), el órgano portativo (Hans Memling) y la gaita de doble tubo que da lugar a dos registros, reconstruída por Pablo Carpintero a partir de una miniatura de la CSM 360 del Códice Rico, a la que damos protagonismo en “Eno sagrado en Vigo”.
Manseliña antepone el texto y su correcta acentuación a otras consideraciones musicológicas. Así surgen compases inesperados como el 5/4 de “Mya irmana fremosa” o la muiñeira de “Mandad ́ei comigo”.
En la búsqueda de la melodía pura, descubrimos también recitaciones salmódicas (“Ondas do mar”) o ritmos danzables (“Quantas sabedes”) camuflados bajo la densa ornamentación.
Técnicas compositivas medievales, como la centonización, la contrafactura, la cita de estribillos populares, sumadas a prácticas populares como la ornamentación cadencial, la improvisación, la semitonía oscilante, y las variantes melódicas -hasta 4 para 6 estrofas en “Ai, miña nai mandoume á fonte”-, convierten la melodía petrificada de la partitura medieval en algo abierto, en un punto de partida, donde cabe tanto lo literal como lo imaginado.
En cuanto a la poesía, rastreando vestigios medievales en la tradición gallega, encontramos cantigas con leixaprén (“Muito chorei eu”), con tópicos trovadorescos (a fonte, o lenzo), cantigas femeninas en diálogo con la madre (“Ai, miña nai mandoume á fonte”) o milagros populares de Santa María (“A flor da iagua”).
De entre las metáforas populares, destacan por su belleza la de la doncella que acude a la fuente -a un encuentro amoroso- con un recipiente -vientre femenino- que se quiebra -pérdida de la virginidad- o que se convierte en oro -su descendencia va a ser favorecida.
Por último, hay cierto paralelismo en los diálogos con la naturaleza: En “Ai, ondas que eu vin veer”, Martín Codax hace que una mujer lamente ante el mar la ausencia de su amigo mientras que en la cantiga popular “Alcipreste, ramo triste” es el hombre quien confiesa al ciprés que se va -antes que o millo me naza- para no asumir las consecuencias de un amor efímero.
Puede escuchar este cd AQUÍ