Raclerie Universelle

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Raclerie Universelle

Música francesa para guitarra del s. XVII.

Israel Golani, guitarra barroca.

Contenido

Francesco Corbetta 1615-1681.
  • Suite in A minor.
  • 01 Prélude.
  • 02 Allemande.
  • 03 Courante.
  • 04 Sarabande.
  • 05 Gigue.
  • 06 Passacaille.
Henry Grenerin c.1625-1700.
  • Suite in D minor.
François Le Cocq fl.1685-1729.
  • 13 Chaconne.
Anonymous
Robert de Visée c.1650-c.1732
  • Suite in G major
  • 19 Prélude.
  • 20 Allemande.
  • 21 Courante.
  • 22 Sarabande.
  • 23 Gigue.
  • 24 Allemande Entrée d’Apollon.
  • 25 Logistille de Roland.
  • 26 Mascarade.
  • 27 Vilanelli.
  • 28 Passacaille.
Francesco Corbetta
  • 29 Sarabande La Stuarda.
  • 30 Allemande.

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Descripción

Raclerie Universelle

Música francesa para guitarra del Siglo XVII

Israel Golani, guitarra barroca

Es un hecho a resaltar que la música para la guitarra barroca no alcanzó la cumbre de su refinamiento y elegancia en España, su país de origen, sino en Francia. En la segunda mitad del siglo XVII este instrumento había sufrido una gran evolución desde el instrumento de 4 órdenes que le precediera. En efecto, el instrumento sufrió algunos cambios estructurales, pero la transformación más importante estribó en su ‘estatus’ cultural. Hizo su camino desde las plazas de los pueblos de España al interior de los palacios de Francia, y de las rudas manos de los palafreneros a las delicadas manos de las damas nobles, de los duques y hasta de los reyes.

En su esencia, la guitarra era un instrumento de rasgueo. La facilidad con que se podía idear un acompañamiento para una canción o una sencilla danza popular, fue la principal razón de la popularidad del instrumento entre los músicos callejeros. La fuente de su encanto, sin embargo, llegó con el sonido producido al “batir” las cuerdas con los dedos. Independientemente de sus diferentes nombres – rasgueado en español, batuta en italiano o raclerie en francés (significando respectivamente acariciar, batir y arañar), esta encantadora técnica de interpretación atrajo a muchos aficionados, y los libros que hicieron uso de ella fueron impresos por docenas. Sin embargo, la tendencia natural a elaborar la música sobre un esquema armónico simple condujo a la conexión de los acordes mediante pequeños pasajes melódicos ejecutados de forma punteada. Los compositores de entonces inventaron un sistema de notación que combinaba los signos alfabéticos habituales para acordes rasgueados con los signos de tablatura para las notas punteadas, tomados del pariente aventajado de la guitarra, el laúd. La pulsación de las notas en la guitarra a la manera del laúd producía un sonido suave, ligero, y muy pronto dio lugar a un nuevo estilo musical que consistía en el punteado polifónico combinado con el rasgueo armónico. Este estilo mixto se hizo muy popular en la Italia de la década de 1630, cuando una nueva generación de guitarristas continuó explorando las posibilidades del instrumento.

La técnica se enriqueció con la adición de pasajes totalmente melódicos, ornamentos y ligaduras, la incorporación de acordes en posiciones altas del diapasón, y la invención de signos especiales para acordes disonantes.

Como consecuencia de ello, la guitarra fue admitida en el club de los instrumentos para los que se escribía música seria de gran valor artístico, sin perder por ello nada de su encanto. Fue en este momento de su desarrollo cuando las dos partes contradictorias del instrumento se revelaron plenamente. Por un lado, el rasgueo sugería vivacidad y desenvoltura. El punteado, por otra parte, expresaba sutileza y finura. En un debate que continuaría hasta los últimos días de popularidad de la guitarra barroca, se discutió sobre si era un instrumento vulgar adecuado sólo para el burdel, o la creación más sublime de todos los instrumentos musicales. Y este versátil instrumento fue entregado a Louis Dieudonné, quien a la edad de 4 años era entronizado rey de Francia, y estaba destinado a convertirse en uno de los gobernantes más poderosos de Europa. Durante el reinado de Luis XIII, la guitarra ya había hecho su aparición en la corte real, cuando interpretes de tiorba y laúd como Henry Grenerin la tocaban en fiestas, ballets y conciertos de cámara. Pero fue bajo el patrocinio de su hijo Luis XIV (también conocido como el Rey Sol) cuando la guitarra llegó a la cima de su grandeza. Al ser el instrumento favorito del rey, músicos consumados empezaron a crear un repertorio solista en el muy manierista estilo francés, muy distinto del de sus homólogos italianos y españoles. Desde delicados preludios, pasando por cultas danzas cargadas de adornos, hasta animadas piezas llenas de sofisticados cambios rítmicos, los guitarristas reales hicieron todo lo posible para proporcionar a la nobleza la tan codiciada música popular. Los mejores intérpretes, como Francesco Corbetta y más tarde Robert de Visée, eran invitados o residentes permanentes en Versalles, donde daban clases y recitales privados para el rey. Entre 1671 y 1705 fueron publicados en París nueve libros de guitarra dedicados a mecenas de la alta sociedad. Para entonces el elemental sistema del alfabeto había sido abandonado, y la música de guitarra estaba siendo escrita completamente en tablatura con signos adicionales para acordes rasgueados y adornos.

 

Información adicional

Estilo

Barroco

Interpretación

Guitarra

Artista

Israel Golani