Descripción
Gaetano Brunetti Sinfonías
Sinfonías Nº 9 en Re mayor, nº 21 en Mi bemol mayor, nº 29 en Do mayor.
Gaetano Brunetti (1743-1798) fue, junto con Luigi Boccherini, el principal autor de música de cámara en España del último tercio del siglo XVIII. De origen italiano y al servicio de la corona española desde 1768, la presencia de Brunetti en Madrid ya se puede documentar en 1762, cuando figura como miembro de la orquesta del teatro (coliseo) de la Cruz y escribe la música para la comedia de García del Castañal. Desde 1770, como maestro de violín del Príncipe de Asturias, futuro Carlos IV, Brunetti desempeñó una constante labor de compositor para la corte durante 28 años, que le llevó a convertirse en el principal autor, asimismo, de sinfonías en España. No obstante, del mismo modo que el resto de su producción, estas obras no estaban destinadas al concierto público o a la industria editorial, sino que su principal finalidad era ser ejecutadas en privado en los salones de Palacio, como música “de cámara”.
Brunetti escribió al menos cuarenta sinfonías, de las que las seis primeras corresponden al modelo de la obertura en tres movimientos. Asimismo escribió cuatro sinfonías concertantes, y cuenta con una curiosa sinfonía característica, Il Maniatico, en la que un personaje es representado por el violoncello solista a lo largo de toda la obra. Comparado con otros autores de la época, el único con una producción similar en número sería Luigi Boccherini, con 28 sinfonías u obras similares. La mayor parte de la producción sinfónica de Brunetti se realizó entre 1769 y 1788, año en que fallece Carlos III y el Príncipe de Asturias es coronado como Carlos IV. A este período corresponden 34 de sus 40 sinfonías, y de finales de esta época (1783-1786) datan las obras recogidas en la presente grabación.
Probablemente la característica más notable de sus sinfonías (exceptuando las oberturas y sinfonías concertantes) sea el uso del “quinteto” en lugar del más común minueto-trio como tercer movimiento. Este rasgo de individualidad las hace fácilmente reconocibles, ya que constituye toda una excepción a la norma de introducir un movimiento ternario que pudiera contrastar con los demás en ritmo, tempo y carácter. En realidad el compositor reinterpreta la idea de utilizar una pareja de danzas (el minueto con su trio propio del cuarteto o la sinfonía clásica), aunque prefiere recurrir a una pareja de contradanzas u otro tipo de aire en compás de 2/4. Además, la primera de ellas siempre está a cargo del quinteto de viento (de ahí su nombre), mientras que en la segunda solo utiliza instrumentos de cuerda, consiguiendo siempre un contraste tímbrico entre ambas. Sólo hay dos excepciones a esta norma: en la sinfonía en nº 13 el quinteto está en 3/8, ya que es un “taich”, danza popular centroeuropea, y en la nº 30 hay un “Tempo de minuetto” con su trio.