Domenico Scarlatti

17,00


Domenico Scarlatti

Keyboard Sonatas para Fortepiano

Jacques Ogg

Contenido

Sonata en Fa menor, K 238
  • Andante.
Sonata en Fa menor, K 239
  • Allegro.
Sonata en Si b mayor, K 351
  • Andante-Allegrissimo.
Sonata en Sol mayor, K 144
  • Cantabile.
Sonata en Sol mayor, K 124
  • Allegro.
Sonata en Re menor, K 176
  • Cantabile-Allegrissimo.
Sonata en Si menor, K 376
  • Allegro.
Sonata en Si menor, K 377
  • Allegrissimo.
Sonata en La menor, K 3
  • Presto.
Sonata en La mayor, K 211
  • Andantino.
Sonata en La mayor, K 212
  • Allegro Molto.
Sonata en Do mayor, K 308
  • Cantabile.
Sonata en Do mayor, K 309
  • Allegro.
Sonata en Sol menor, K 30
  • Moderato.

Grabado en The Shrine to Music Museum (Vermillion, IW, U.S.A).

Direccion Artística: Andrés Cea.

Producción y Toma de Sonido: José Mª Martín Valverde.

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Descripción

Domenico Scarlatti

Keyboard Sonatas para Fortepiano

Desde que se editara la primera colección de sus sonatas en Londres en 1738 –los célebres 30 Essercizi per Gravicembalo- la obra para tecla de Domenico Scarlatti (Nápoles 1685 – Madrid 1757) no ha dejado de ser publicada e interpretada.

Treinta ediciones de diferentes colecciones de sonatas de Domenico Scarlatti fueron publicadas en Londres, Paris, Amsterdam y Nüremberg durante el siglo XVIII. Se siguieron más ediciones en el siglo XIX, entre ellas la colección de 200 sonatas, publicada por Czerny en Viena. Los grandes virtuosos del romanticismo, Liszt, Clara Wieck Schumann, Brahms y el propio Carl Czerny siguiendo los pasos del precursor Clementi, incluían en sus recitales las sonatas del gran Domenico.

Johannes Brahms poseía una extraordinaria colección de sonatas de Scarlatti, en siete volúmenes manuscritos del siglo XVIII. Acerca de éstos escribió Brahms en 1885 a su amiga Elisabeth von Herzogenberg: “tengo más de 300 hermosas copias antiguas manuscritas, de las que 172 nunca han sido publicadas”. Estos manuscritos, con abundantes anotaciones del mismo Brahms, se encuentran hoy en la biblioteca de la Gesellschaft der Musikfreunde, en Viena. En 1910 Alessandro Longo catalogó por primera vez todas las sonatas conocidas hasta entoces de Scarlatti, catálogo completado en los años 1950 por Ralph Kirkpatrick quien estableció el número de 555 sonatas y un nuevo sistema de catalogación, que lleva la letra inicial de su apellido.

El catálogo de Kirkpatrick, aunque muy discutido y ampliado por nuevos descubrimientos en los últimos años, sigue siendo la referencia más ampliamente usada. La carencia de manuscritos autógrafos de las sonatas de Scarlatti, así como de ediciones revisadas por el autor, exceptuando los Essercizi, crean problemas de difícil solución para el intérprete: por un lado no ha sido posible establecer una cronología completa y satisfactoria de las sonatas, por otro, existen dudas sobre la autenticidad de algunas obras, como es el caso, entre otras, de las sonatas K.144 y K.146, cuestionadas por el estudioso Joel Sheveloff. En este sentido, las principales fuentes de las sonatas de Scarlatti -además de los Essercizi- son las dos colecciones manuscritas de sonatas, copiadas en España probablemente entre 1742 y 1757, y que hoy se encuentran en la Biblioteca Nazionale Marciana de Venecia y en el Conservatorio “Arrigo Boito” de Parma.

La colección de Venecia contiene 496 sonatas distribuidas en quince volúmenes. La colección de Parma contiene a su vez 463 sonatas también en quince volúmenes. En la península ibérica, se encuentran manuscritos de sonatas de Scarlatti, generalmente copiados en el último tercio del XVIII, dispersos por varios archivos: Monasterio de Montserrat, Santuario de Aranzazu, Monasterio de San Pedro de las Dueñas, Archivo Capitular de Zaragoza, Catedral de Valladolid, Real Conservatorio de Madrid, Tenerife, Coimbra y Lisboa. Domenico Scarlatti permaneció al servicio de la reina Maria Bárbara de Braganza durante aproximadamente 37 años.

En el inventario de los bienes de la reina María Bárbara que se encuentra en la Biblioteca del Palacio Real de Madrid, figuran trece instrumentos de tecla: tres pianofortes, un órgano y nueve claves. De entre estos últimos, cabe destacar los tres claves del almeriense Diego Fernández, uno de los cuales, cuya descripción figura en el inventario de Farinelli que Sandro Cappelletti ha publicado, tenía cinco registros, cuatro órdenes de cuerdas de acero, cobre y tripa, así como registros partidos, con pedales en los pies para accionarlos. Por consiguiente, el instrumentarium de la reina ofrece unas posibilidades tímbricas excepcionales, aún hoy día poco exploradas, para la interpretación de las sonatas de Scarlatti.

David Sutherland ha estudiado la relación entre el patronazgo extendido a Domenico Scarlatti por la casa de Braganza y el hecho de que la difusión más temprana del nuevo invento de Cristofori “cembalo col pian’e forte” ocurra en la península ibérica. Es muy posible que Scarlatti conociera a Cristofori en Florencia, en la corte de Ferdinando de Medici que ambos frecuentaban, en sendos viajes que Domenico realizó en 1702 y 1705. La primera música conocida compuesta específicamente para pianoforte fue publicada por Lodovico Giustini en 1732: 12 Sonate da Cimbalo di piano, e forte, detto volgarmente di martelletti.

Esta colección aparece dedicada al tío de María Bárbara, el príncipe Don Antonio de Portugal, hermano del rey Joao V, alumno y patrón de Scarlatti. Por otra parte, la ciudad de Sevilla ocupa un lugar de excepción en la historia del piano: el piano español más antiguo conservado hasta hoy es obra del sevillano Francisco Pérez de Mirabal. Datado en 1745, forma parte de los diez pianos más antiguos del mundo. De Pérez de Mirabal se conservan en la actualidad dos pianos que se encuentran respectivamente, en el Museo de Bellas Artes de Sevilla y en una colección privada de Madrid.

Información adicional

Estilo

Barroco Florido

Interpretación

Piano

Artista

Jacques Ogg