Descripción
De la conquista y otros Demonios
Obras de Bertali, Marín, Klein y anónimos.
Los Temperamentos
En el siglo XV, los “conquistadores” europeos desembarcaron en el Caribe, con la intención de reclamar para si mismos el continente americano y todo lo que contiene. Esto marcó el comienzo horrible de una nueva era y condujo a la exterminación radical de culturas enteras y la destrucción de las tradiciones y artefactos valiosos.
A través de la explotación del trabajo esclavo y de los recursos naturales de la tierra, los invasores acumularon riquezas inimaginables, muchas de los cuales desembocaban en los centros culturales de Europa y favorecieron la creación de obras famosas que aún llenan enormes bibliotecas, museos y salas de concierto de hoy.
La extensión y la riqueza de las tradiciones musicales indígenas de América Central y del Sur, por el contrario, es difícil de reconstruir, ya que sus tradiciones orales han dejado pocos rastros de la práctica musical.
Sin embargo, quienes están dispuestos a asumir esta tarea están por descubrir interesantes conexiones y relaciones. El arte indígena sobrevivió en las más variadas formas. Entremezclándose, por ejemplo, con la música que los europeos importaron del “Viejo Mundo”, y más tarde con las tradiciones traídas por las personas procedentes de África como esclavos.
Los europeos que volvían de las Américas trajeron la música del Nuevo Mundo con ellos, lo que afectó de manera significativa al desarrollo de la música en sus países de origen. Con la Península Ibérica y los territorios españoles en los Países Bajos e Italia en calidad de portales, los sonidos exóticos de América Latina, y todos los que iban con ellos, encontraron entrada en Europa.