Descripción
Bruckner Sixth symphony
Ira Levin, Symphony Orchestra of Norrlands Opera
Bruckner consideraba la Sexta Sinfonía, compuesta entre 1879 y 1881, entre sus obras más audaces. “Die Sechste, die keckste” (“la sexta, la más atrevida”), como él mismo la calificaba con agudeza. La obra ha sido, sin embargo, considerada durante mucho tiempo como una “hijastra”, en frase de Robert Haas, y estado siempre entre las menos interpretadas de las sinfonías de Bruckner.
Se ha achacado esto a la poco convencional forma de su primer y último movimientos, aunque sus intrínsecos meritos y la abundancia de soberbia música, la haya convertido en una de las favoritas de muchos entusiastas de Bruckner. No solo por la lucidez y fascinación de su diseño global, sino también porque cada movimiento contiene pasajes de particular excelencia y atractivo, desde los esplendidos grupos de temas del primer, segundo y cuarto movimientos, hasta la magnífica coda del primer movimiento (con su apariencia de “homérico mar de espumosa superficie” según la memorable descripción de Donald Francis Tovey), pasando por el intenso y descorazonador oboe en el Adagio, los idealizados ritmos rústicos del Scherzo y el Trio, el misterioso tema modal que inicia el Finale y es roto por los grandes ladridos de las trompas que ocultan el tema principal del movimiento, hasta el glorioso retorno del tema de apertura de la sinfonía en las páginas finales de la obra.
El relativo olvido de la Sexta empezó tan pronto como fue compuesta. Bruckner remitió la partitura a la Viena Philharmonic, pero la orquesta decidió en 1883 interpretar sólo el Adagio y el Scherzo, presumiblemente porque pensaron que el resto de los movimientos eran excesivamente difíciles de interpretar y demasiado reto para la audiencia de la Philharmonic. Así pues, la sinfonía no fue interpretada ni publicada hasta después de la muerte de Bruckner. Sería Gustav Mahler quien dirigiría su primera interpretación completa, si bien con ciertos recortes, el 26 de Febrero de 1889, también esta vez con la Vienna Philharmonic. La partitura fue publicada en Julio de ese año. La primera interpretación de la sinfonía sin ningún tipo de recorte se produjo en Marzo de 1901 en Stuttgart , bajo la dirección de Karl Pohlig.
Estos datos son esenciales para comprender la historia textual de la sinfonía. Los amantes y estudiosos de Bruckner, especialmente aquellos de nosotros que pertenecemos al mundo anglo hablante, acostumbramos desde hace tiempo a referirnos a estos temas en términos de lo que llamamos el “Problema Bruckner” como fue definido en 1960 por Deryck Cooke y otros antes que él, especialmente, por ser más conocido, Robert Haas.
Durante más de medio siglo, muchos han considerado que la misión básica de los estudios sobre Bruckner es la publicación, promoción e interpretación de los textos “auténticos” de las obras de Bruckner, aquellos conservados en los manuscritos del compositor, no afectados por interferencias editoriales del tipo de las que se aprecian en los textos de las sinfonías de Bruckner publicadas en el siglo diecinueve. A pesar de ser bastante habitual, esta es una actitud altamente problemática por su tendencia a la simplificación de la naturaleza, frecuentemente complicada, de los manuscritos y las primeras partituras publicadas de Bruckner, así como por su inclinación a juicios moralistas acerca de las motivaciones de las ediciones de estas obras de Bruckner por bien intencionados, pero equivocados estudiosos, tal como frecuentemente han sido tachados.