Descripción
Americanos. Duo Brasilis
Davson de Sousa, flauta. Ana Claudia Brito, piano.
Nunca hubo, desde los tiempos del Barroco, en que Bach incorporaba ritmos de danzas populares a sus fugas, o del Clasicismo, en que Mozart hacía cantar a Papageno como a un vienés de la calle, fronteras nítidas entre lo clásico y lo popular, y eso es lo que el “Dúo Brasilis” viene a probar una vez más en este recital en el que reúne lo mejor de los dos mundos en las melodiosas piezas de un repertorio que desde Brasil, pasean también por Argentina y Estados Unidos.
La idea de la pianista Francisca Aquino y del contrabajista Ricardo Vasconcellos, integrantes del “Dúo Assunto Grave”, es dar en sus composiciones un tratamiento camerísticamente elaborado a la música de gusto popular. Es lo que hacen en Gosto de Brasil, publicado en Septiembre de 1999 por la Editorial Ludwin Music de California. Además del original para contrabajo y piano, también hay versiones violín, viola, violoncello y la transcripción para flauta y piano que se presenta en esta grabación. Ejecutada en Brasil y en otros paises por músicos como el saxofonista americano Mike Tracy, Gosto de Brasil contribuyó a consolidar el prestigio del Dúo de instrumentistas-compositores Aquino-Vasconcellos. De ellos encuentra también el oyente en este Cd, otras dos piezas llenas de encanto muy brasileño: Santa Teresa y Beira-Mar.
Dedicada al flautista Raúl Costa D’Avila, que la estrenó, la Seresta para flauta sola de Edmundo Villani-Cortes fue ejecutada por primera vez en Fortaleza, el 27 de Septiembre de 2002 durante el Festival Internacional de Flautistas. Esta corta pieza presenta perfectamente sintetizadas las características de la escritura que dan a Villani-Cortés un lugar tan especial en la música brasileña contemporánea espontaneidad, facilidad melódica, ausencia total de preocupación de encuadrarse en ésta o aquella tendencia, y una manera muy personal de componer que se equilibra siempre entre lo clásico y lo popular.
Cuadros Tangueros, del compositor argentino José Carlí, dedicados al pintor Sigfredo Pastor, fue escrito originalmente para sexteto de cuerdas. La versión que se escucha aquí fue adaptada posteriormente, a petición del flautista Jorge de la Vega. Los cuadros retratan cuatro tipos femeninos: La Parda es la mujer alegre, juguetona que en la Belle Epoque porteña (1890-1910) acostumbraba a frecuentar los salones de baile de los barrios populares (es común en el lenguaje popular argentino llamar peyorativa, pero también cariñosamente, a una mujer La parda). El Vals de la Grela Ostinata describe a una mujer joven, romántica, a la espera de un príncipe encantado que probablemente nunca vendrá.
La melodía abunda en las mismas notas repetidas en la línea melódica del bajo. La Museta que sueña con salir del barrio pobre en que vive y apartarse de él para siempre. La Blonde, una rubia extranjera, trabaja probablemente en un cabaret, donde ve su vida pasar lenta y tristemente esperando que el destino la libere de sus sufrimientos. Ninguno de los cuadros tiene conexión directa con las piezas musicales, sino que simplemente sirvieron para ponerlos en música.